La madre tierra y el problema del Ego

El día internacional de la madre tierra se celebra el 22 de abril desde 1970 y surge como una necesidad de hacernos conscientes como humanidad sobre el cuidado del medio ambiente. Y es que el planeta tierra donde vivimos es un organismo vivo que tiene sus ciclos y tiene sus propios medios de autorregulación. Pero se enfrenta a problemas muy graves y esto está haciendo que sus ritmos se alteren, causando sobretodo un calentamiento acelerado de su temperatura y esto evidentemente amenaza nuestra supervivencia. Pero los problemas no son sólo globales, vienen de nuestras prácticas cotidianas y nuestro propio ego.

En términos biológicos, las especies de la naturaleza tienen unos métodos de regulación que se dan de manera orgánica en los que se garantizan los medios para cumplir su ciclo de vida de manera perfecta y armónica. Más allá de eso, es impresionante como cada ser vivo de la naturaleza tiene y comparte una conciencia que para nosotros es casi invisible pero trabaja de manera perfecta para que se cumplan dichas etapas de su vida y garanticen no solo su existencia, sino también nos brinden los recursos que necesitamos para subsistir.

¿Porqué la llamamos madre tierra?

Como dadora de vida, la tierra con su fuerza femenina nos brinda los alimentos y el agua para subsistir. Es donde se origina la vida de todo ser vivo que nace y se reproduce generación tras generación. En algunas culturas de denomina Pachamama, originaria de la lengua Quechua, haciendo una analogía con la función de la madre dadora de vida y alimento. 

¿A qué problemas nos enfrentamos?

Existen numerosos dificultades que enfrentamos como especie debido a la forma en que vemos y actuamos con relación a la tierra. Estas acciones a lo largo del tiempo nos ha llevado a las problemas de ahora y si no hacemos cambios drásticos en nuestro estilo de vida, podríamos enfrentar crisis más graves en el futuro.

Si bien podemos culpar a los demás, el vecino que no recicla, las corporaciones, empresas dedicadas a la minería, el uso de hidrocarburos, el plástico, el CO2 y todas las razones que ya deberíamos estar enterados. Son nuestras prácticas diarias las que contribuyen al problema.

El Egocentrismo, es una tendencia psicológica en la cual una persona centra sus intereses y necesidades propias, sin importarle las de los demás. Esta característica lo lleva a actuar pasando por encima de otras personas, y si lo ponemos en términos de otros seres vivos pues se ha posicionado como el rey en la escala de la pirámide de las especies, sintiéndose superior a los demás y por lo tanto el dueño de todo lo que le rodea. El Etnocentrismo por lo tanto, consiste en la forma como un grupo, sociedad o cultura se ve a sí misma en un nivel superior a otras sociedades y por lo tanto rechaza, excluye y margina a todo lo que se encuentre fuera de la misma. 

Antes de que existiera la agricultura industrial, las sociedades llevaban unos ritmos naturales que garantizaban su existencia con los recursos de la tierra pero sus prácticas mantenían cierto equilibrio con el ecosistema. Con la especialización de la tecnología y el cambio del sistema económico mundial, todos los recursos cobraron un valor monetario que llevó a una sobre explotación de los mismos. 

Estas practicas no solo nos han llevado a la contaminación excesiva, la deforestación, los monocultivos y la ganadería para la optimización y generación de la riqueza. Sino también a problemas en la salud, la extinción de especies y a tener un estilo de vida que no es natural y que nos desconecta completamente de nuestro origen y nuestra conciencia como especie. 

Entonces no solo se trata que nuestras practicas amenazan la garantía de los recursos a futuro, debemos reflexionar más allá: en todo lo que consumimos y los desechos que generamos, en lo que implica obtener cada producto que podemos comprar, en lo que impacta al medio ambiente nuestro trabajo, nuestros hobbies, nuestros actos tan simples como comer y dormir. 

Al pensar en el sin numero de malas prácticas que llevamos a diario, lo más importante es informarse sobre las nuevas alternativas de consumo e ir cambiando nuestros actos cotidianos poco a poco. No podemos esperar a que los demás hagan las cosas por nosotros. Cada uno puede ser ejemplo y agente de cambio en su entorno. 

Alternativas y cambios en nuestro estilo de vida

Lo primero que debemos tener en cuenta es que como seres humanos hacemos parte del ecosistema, eso quiere decir que no estamos por encima de ninguna especie ni somos los dueños de la tierra, sino que convivimos con todo lo que nos rodea y así como podemos incidir sobre los demás, esto también incide en nosotros.

La ecología, la permacultura, la sostenibilidad, son corrientes que trabajan por crear sistemas en los que aprendamos a convivir en armonía con el medio ambiente y no generemos ningún impacto negativo.

Debemos abogar por la conservación de la biodiversidad, el reciclaje, el re-uso de lo que tenemos, la reducción en nuestros hábitos de consumo innecesarios o de elementos sobre procesados. Incentivar los mercados locales, las economías solidarias. En general productos que tengan menos cadena de producción y por ente menor gasto de recursos. 

Recuerda que el cambio está en ti. No esperes a que los demás actúen y toma tu la iniciativa para dejar un mundo mejor! Sé parte de la naturaleza!