La importancia de cultivar la autenticidad en un mundo donde la identidad cambia permanentemente

La importancia de cultivar la autenticidad en un mundo donde la identidad cambia permanentemente

Para entender sobre la autenticidad primero hay que saber de qué se trata la identidad. Ese conjunto de rasgos y características que definen a una persona. Está determinada principalmente por su historia familiar y experiencias de vida que le imprimen al ser una forma de verse a sí mismo, unas creencias y unos valores particulares. 

Durante siglos el Ser Humano se ha desarrollado dentro de su contexto y su cultura siguiendo los parámetros que la sociedad le muestra, formando así unas identidades particulares regidas por las normas, la religión, la forma cómo lo educan, entre otros. Es tan diversa la humanidad que además de los rasgos sociales, los valores y la moral personales cambian de acuerdo a las percepciones sobre el éxito, el poder y las relaciones con los demás. Así que en general se tiene a una gran cantidad de individuos pensando que viven su propia verdad, pero en realidad esta está moldeada por un sin numero de posibilidades.

En su necesidad por pertenecer a un grupo, clan o tribu, el Ser Humano siempre se ha alineado con ciertas reglas y normas sociales establecidas o invisibles que lo hacen sentirse parte de algo y eso le brinda la sensación de tener un lugar y darle un sentido a la vida. 

Desde que la tecnología nos ha dado mayor acceso a la información, es más fácil ver lo que pasa en lugares remotos y relacionarnos con personas que antes eran demasiado ‘lejanas’. Como el contacto ahora ha traspasado las fronteras trasnacionales, los individuos acogen costumbres y modas de los lugares que antes nos eran extraños. Y las relaciones se han ampliado a tal punto que nos podemos identificar con grupos incluso si no existe contacto físico. 

Si bien pertenecer a un grupo es importante para darle sentido a la vida,  podemos cuestionamos que tan nocivo o limitante puede hacerse el hecho de ser parte de algo y creer firmemente que esa es la única verdad o realidad. Ejemplos son muchos: las religiones, las sectas, los grupos de investigación, las fraternidades, etc. La gente a lo largo de la historia se ha identificado con unos ideales y los vive como su única verdad. El mundo en el que vivimos ahora cambia todos los días y la única verdad no es tal. 

El papel de la autenticidad

Entender que cada uno de nosotros como seres humanos pasamos por este proceso de aprendizaje social y somos parte de él, es el primer paso para hacernos conscientes de nuestra naturaleza humana que además va desarrollando la compasión, la empatía, la tolerancia al comprender que no somos el centro del universo sino que convivimos con muchas más realidades personales. 

Una mente flexible puede servir para adaptarse a un mundo que cambia a diario. En la vida cotidiana, es más útil y efectivo que puedas enfocarte en cual es tu propia verdad, en reflexionar que tu eres el dueño de tu vida, el que construye la historia que tú estás viviendo en este momento y en la importancia que tiene que tus acciones vayan en pro de construir algo mejor para tu entorno. 

La autenticidad entonces se refiere a ser original, a quien se rige por sus principios. Pero no un rebelde que va en contra de los demás, sino una persona que se construye a sí misma porque es coherente, consciente de su papel en el mundo, conecta con los demás genuinamente, es responsable de sus sentimientos y emociones y se destaca por sus valores.

Para lograr la autenticidad se requiere de todo un proceso de autoconocimiento. Se va construyendo poco a poco. Un primer paso puede ser tomar referentes sociales para ver ejemplos, pero no para ser una fiel copia de aquella persona que admiras, sino para estudiar su método y adaptarlo a tu sueño propio e incluso mejorarlo a tu manera. 

Lo más importante es siempre cuestionarse y reflexionar sobre todas nuestras conductas, las creencias más arraigadas que tenemos y las instituciones o grupos a los que pertenecemos. Porqué? Para qué? Desde cuando? Si aporta a mi crecimiento, si construye un mundo mejor… El cuestionamiento puede ser una herramienta muy poderosa de cambio y transformación porque nos sirve para quitarnos los velos mentales que protegen dichos paradigmas. 

Somos seres humanos llenos de capacidades y talentos. Podemos aprovecharlos para ser mejores versiones de nosotros mismos, para construir un mundo mejor para todos, para que todos vivamos en bienestar. Y también y no menos importante para aceptar a cada uno como es, sin mascaras, sin prejuicios, siendo más reales. 

No tienes por qué ser lo que los demás quieren o esperan de ti. Cree en tus dones y talentos y haz uso de tu imaginación para crear tu vida. La que tú quieres vivir. Entre más busques ser como los demás y encajar, más pierdes tu autenticidad. Confía en tus métodos, en tus capacidades, en la forma en que marcas la diferencia. Muchas veces puedes ser el precursor o pionero de algo sin darte cuenta. No mires a los demás para compararte, enfócate en lo que pueden enseñarte y siempre sé fiel a tu esencia, esa que solo tú conoces. 

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