Las Emociones negativas también tienen una funcionalidad en nuestras vidas.

Las emociones son el termómetro de como estamos internamente e influyen en la forma en que reaccionamos y asumimos la vida. Por esta razón, es de vital importancia aprender a identificarlas y gestionarlas de manera que haya un buen manejo de ellas más que un control o represión de las emociones.

En realidad no existen emociones negativas y positivas pero si hay una tendencia a rechazar un grupo de estas porque están asociadas a acontecimientos que generan aflicción, pena y dolor.

¿Cuál es la función de las emociones “negativas”?

El Miedo

El miedo es una emoción que cada Ser vivo puede llegar a sentir en algún momento y se relaciona con la supervivencia. En ocasiones cuando se ve amenazada la existencia, el miedo es el que causa una reacción de alerta para salir de dicha situación, ya sea huir, correr o sacar una fuerza inesperada para lograr la preservación de la vida.

La Rabia

La rabia nos indica cuando queremos tener el control sobre una situación. No tenerlo puede ser el detonante de esta emoción. Tiene que ver con el territorio, los espacios y los límites propios vulnerados. Cuando sientas rabia reflexiona qué situación puede estar generando esta emoción.

La Tristeza

La tristeza se relaciona con las carencias que tenemos, tiene que ver con “lo que nos hace falta” que en realidad es una percepción y no necesariamente una realidad. Esta emoción muestra los vacíos que se sienten en la vida y que se pueden transformar en oportunidades de aprendizaje personal.

La Culpa

La culpa se relaciona con las cargas que llevamos en la vida y que no nos pertenecen. A veces asumimos responsabilidades consciente o inconscientemente de acciones que no necesariamente tendríamos que estar haciendo y que causan un desgaste de energía innecesaria para complacer a otras personas o para evitar conflictos. Si sientes que llevas algunas cargas reflexiona muy bien sobre lo que consideras que te mereces por estar viviendo en este momento, lo que quieres atraer a tu vida y lo que debes soltar.

El Asco

El asco es una emoción muy compleja porque se relaciona con la aceptación propia y lo que excluimos en la vida. Generalmente los olores y fluidos corporales pueden causar esta emoción y lo que representa es que todos hacen parte de nosotros, nuestro cuerpo y lo que no queremos reconocer. En la medida en que haces un proceso de aceptación, esta emoción va cediendo.

La Vergüenza

La vergüenza se relaciona con el amor propio. Cuando sentimos esta emoción es una alerta de no sentirse digno de algo o alguien. Existe la percepción de no dar la talla. Tiene que ver con la autoestima y el valor propio. Es una alerta sobre lo que hay que trabajar.

¿Cómo se logra una buena gestión de las emociones?

• Conocer lo que sentimos sin negarlo a uno mismo
• Saber cuáles son los detonantes de esas emociones
• Aceptar con honestidad la emoción que viene y acogerla para saber lo que nos quiere mostrar
• Reflexionar porqué nos sentimos así y cuáles son las causas o situaciones que la generan
• Dejar ir el sentimiento y quedarse con el aprendizaje
• Emprender un plan de acción para que las situaciones detonantes no nos vuelvan a afectar.

En general las emociones son útiles para reflexionar sobre cómo nos sentimos desde una perspectiva más profunda, ya que reflejan nuestra reacción ante una situación que se está presentando en la vida.

Recuerda que las demás personas no te hacen daño, tú eres el que permite que dichas situaciones se presenten. Las emociones que sientes te sirven para saber si existen límites sanos en tus relaciones, si deseas tener el control sobre las situaciones que se presentan, que cargas llevas y cuanto te amas a ti mismo.

La próxima vez que sientas alguna de ellas acógela con amor para reflexionar y luego déjala ir. Veras que sentirás alivio y tranquilidad, ya que es normal sentirlas.