El amor suele ser el punto débil de muchos pero… te atreverías a entrenar tu capacidad de amar?
Por: Bonnie Medina.
Para muchas personas una de sus principales pre-ocupaciones es el amor o las
relaciones de pareja. Independientemente de la edad o estado civil, para todos es de gran importancia el sentirnos amados y poder expresar nuestros sentimientos. Pero el -¿Cómo estamos experimentando esas relaciones de pareja?- marca una diferencia crucial en la idea que tenemos del amor.
Expresiones como “Pero si lo único que he hecho es amarlo!” ó “Si todos los días le digo
que la amo, cómo me quiere dejar?” son bastante comunes, pero resulta que sentir o
decir “te amo” definitivamente no es suficiente para que una relación sea estable,
profunda y duradera.
Lo primero que hay que decir al respecto es que “el otro” debe validar esos “te amo” que
expresamos y con eso nos referimos a que: experimentar el amor pasa por ser objeto de
actos cotidianos que lo demuestren: Miradas, caricias de contacto, palabras afectuosas y
acciones que cubren necesidades en un determinado momento, expresan mucho más
que un poema romántico. En ese sentido, la “Afectividad” representa la dimensión práctica del amor.
¿Culpa de los juglares?
Venimos de una estructura mental subconsciente generalizada donde el amor se padece y no se
disfruta. Desde tiempos memoriales las expresiones artísticas estaban dirigidas a amores
sufridos protagonizados por hermosas princesas intocables que se hallaban en la torre del
castillo; o castas esposas cuyo príncipe había partido a la guerra y los pobres músicos y
poetas que, al no tener el nivel socio-económico para conquistarlas, cantaban a su “cruel
destino” recreando lo triste e injusto que era el amor. Ese paradigma se siguió repitiendo
hasta nuestros días y por eso expresiones artísticas como la música, la literatura, la
televisión o el cine, siguen perpetuándolo.
Hoy día los papeles del hombre y la mujer en la sociedad han cambiado
significativamente, y aunque, no se puede negar la evolución y el aporte profesional y
productivo de la mujer, el cambio ha generado un conflicto en las relaciones. Es decir, han
cambiado los roles de cada uno pero no el paradigma romántico.
Un nuevo modelo…
Desde el Desarrollo Humano, la pareja constituye uno de los pilares de nuestra evolución,
fuente de progreso y desarrollo en todas las demás áreas. Lograr el balance pasa por
entrenar la mente, auto-gestionar las emociones y desarrollar hábitos de afectividad.
Muchos terminan pensando que relacionarse es complicado y deciden quedarse solteros
o establecer relaciones superficiales porque construir relaciones sanas requiere valentía y
esfuerzo. La invitación es a encontrar nuevas formas de relacionarnos y que las
expresiones artísticas cada vez más empiecen a hacer alusión a relaciones sanas, equitativas,
constructivas, de crecimiento, disfrute y gozo.
Finalmente, si al entrar a conocer a una nueva persona lo hacemos con la intención de
verla realmente, de aprender de ella, de valorarla y tenemos conciencia de disfrutar cada
momento con ella, nuestra experiencia del amor será muy diferente. Podremos construir
una nueva forma de vivir el Amor en Plenitud y Armonía.
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