Cómo equilibrar tu vida aprendiendo sobre las áreas de desarrollo humano

Sin duda vivimos en un mundo cambiante, lleno de retos y lecciones que aprender. La buena noticia es que existen herramientas que podemos manejar para equilibrar nuestra vida y alcanzar la plenitud, armonía y felicidad.

Las áreas de desarrollo humano han sido estudiadas desde diversas disciplinas del ámbito de las humanidades para enseñarnos cómo podemos vivir mejor en el aquí y el ahora, frase cada vez más empleada en la actualidad.

Cada comienzo de año se habla de los nuevos propósitos, de lo que queremos cambiar para mejorar nuestra vida, de erradicar lo que no nos sirve y esperamos la formula mágica para lograrlo. Pero muchas veces ese impulso se queda en palabras y al cabo de los días nos dejamos consumir por nuestra cotidianidad. 

Que no te pase…

Lo primero que debes saber es que para lograr cambios y mejorar en algún aspecto de tu vida solo necesitas un poco de voluntad y un plan para cada intención.

Cuando alineas tus pensamientos con tus emociones le das a tu sistema interno una instrucción más clara de lo que quieres manifestar. Así que debes comenzar por hacer una lista de lo positivo que quieres lograr o imaginar la situación que quieres vivir.

Es muy útil escribir una intención por área de desarrollo, lo que quieres lograr en cada una:

• Personal: todo lo que tenga que ver contigo, con tu crecimiento personal, tu autonomía, autogestión, valores, etc.
• Pareja: tu compañero o compañera, la comunicación, la confianza, la sexualidad.
• Relaciones: sobre tus amistades, familia, colegas.
• Financiera: los recursos que necesitas para desempeñar tu vida.
• Laboral: tu oficio o profesión con los cuales aportas tus dones a los demás, al mundo, la forma como entregas al servicio tu conocimiento y experticia.
• Social: Ser buen vecino, ciudadano, lo que aportas como persona a tu comunidad.
• Ambiental: cómo puedes aportar para dejar un mejor planeta a la humanidad, la convivencia con los demás seres vivos. 

Si solo deseas trabajar en una de las áreas también está bien. Enfocarte en algo más concreto pondrá toda tu energía en un solo propósito y así podrás tener resultados más rápidos.

Una vez que sepas exactamente lo que quieres vivir escribe la lista siempre con palabras propositivas, excluye los “no”, en vez de decir quiero dejar de comer tanto para mejorar mi figura, escribe: Me propongo nutrirme de manera balanceada para alimentarme mejor y estar más saludable.

Entre más claro seas contigo más fácil la instrucción a la mente. Toma unos minutos para reflexionar sobre las emociones que estos pensamientos te causan. Sí de repente sientes miedo, angustia, frustración… déjalo venir. Analiza un poco el porqué de estas reacciones. Piensa siempre en que es normal un poco de miedo antes de tomar alguna decisión, pero eres más fuerte que eso y es mejor intentarlo!

El siguiente paso!

Cuando ya tengas claro el tema sobre el que quieras trabajar haz una lista de objetivos por cada prop´ósito, la meta que quieres lograr. Recuerda, siempre en positivo y claro!

Por ultimo debes ir al plan de acción! Escribe una columna a la derecha con una lista de actividades en las que paso a paso te conduzcan hacia ese fin que quieres lograr

ej: Tomando el ejemplo anterior:

Propósito: Me propongo nutrirme de manera balanceada para alimentarme mejor y estar más saludable.

Objetivos: Nutrirme de manera balanceada, alimentarme mejor, tener hábitos saludables.

Plan o actividades:

– Investigar sobre nutrición balanceada

– Elaborar mi propio menú de comidas

– Calendario de actividades en las que haga un deporte o actividad fisica que me guste

– Dejar paulatinamente los alimentos o sustancias que sé que no me hacen bien.

– Prueba por 21 días.

De esta manera puedes elaborar un plan de acción por cada área o propósito que tengas en tu vida y verás como vas cumpliendo tus metas poco a poco y teniendo pequeñas satisfacciones que irán llenando tu día a día de plenitud!

Te recomendamos hacer este ejercicio cada 3 meses o cuando lo consideres necesario.