Si nuestra calidad de vida depende de las decisiones que tomamos cada día ¿porque no usar el sentido común?

Si nuestra calidad de vida depende de las decisiones que tomamos cada día ¿porque no usar el sentido común?

Por: Bonnie Medina

Al resolver las situaciones que se nos presentan en la vida, lo que se espera que
hagamos es lo que está validado, pre-establecido o aceptado por nuestro contexto, por
eso cumplimos normas de convivencia, cuidamos de nosotros mismos y optamos por
“obrar bien”. De todas maneras a veces se nos presentan “accidentes” ya sea por falta de
planeación, desorden, el no controlar las emociones, actuar de manera egoísta, etc.
Esto no nos pasa solo a nosotros, a diario vemos noticias que nos parecen “sin sentido” o
como si fueran escenas de una película de cine que se burlara de la incoherencia
humana. Ante todo esto que nos pasa, a nosotros y a los demás, terminamos
preguntándonos: ¿Dónde está el sentido común?

¿Definición objetiva o subjetiva?

La definición de sentido común tiene muchas aristas y aunque, desde la ciencia, la
antropología, la sociología, etc., se han hecho muchos postulados válidos, para entender
el concepto, revisamos la “Ley de la selección natural” de Charles Darwin.

Darwin postula que la evolución de las especies no se da por la supervivencia de la más fuerte,
sino que sucede por un proceso de adaptaciones de los organismos a su medio ambiente.
El Sentido Común es precisamente esa herramienta que nos permite adaptarnos a
nuestro entorno donde existen dinámicas aceptadas preestablecidas y tiene como
resultado el bienestar personal y el facilitarnos la convivencia social. Por lo anterior, no es
un concepto subjetivo, está avalado por un colectivo y afecta de igual manera a todos sus
miembros.

Un malentendido colectivo

Teniendo en cuenta que en ciertas circunstancias nuestra sociedad avala comportamientos nocivos como el hecho de que sea normal o naturalizado que
solo se exijan los “derechos” de las personas, desconociendo que también tenemos “deberes” que cumplir. Muchas veces esto pasa porque se pretenden flexibilizar las normas en provecho de una situación o persona particular.  Para Darwin su postulado se estaría aplicando al revés: las personas tratan de imponerse a la fuerza o intentan pasar por encima de la normatividad.

Toda causa tiene un efecto, todo lo que hacemos tiene una consecuencia y por eso el
sentido común viene a convertirse en un eje fundamental dentro del desarrollo humano al
ser un dispositivo que deberíamos incorporar a nuestro cerebro para que sea el que rija el
proceso de toma de decisiones tanto racionales como automáticas. Ya que asumir nuestras responsabilidades y deberes hace que podamos incorporar hábitos de auto-gestión, auto-direccionamiento, planificación, compromiso y participación.

¡A activar el menos común de los sentidos!

La observación y la planeación habilitan nuestro sentido común y por eso es importante
aprender a evaluar nuestras decisiones, hacer un balance entre los pros y contras y ser
conscientes del impacto que tendrán en la construcción de nuestra felicidad. Pero sobretodo hacer uso de estas herramientas cada día y en la practica cotidiana hasta que se conviertan en un habito.
El Sentido Común es una herramienta que nos facilita la vida y nos ayuda a minimizar los
riesgos que corremos, nos trae altos niveles de bienestar y, al realizar una planeación de
nuestras actividades cotidianas, nos lleva a ahorrar tiempo de calidad que podemos
destinar a disfrutar una vida en Plenitud y Armonía.

“La calidad de vida de una persona esta determinada por la calidad de las
decisiones que toma”.

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