¿Te has detenido a pensar las razones de la infidelidad?
Las razones que llevan a la infidelidad son tanto diversas como complejas y en realidad no se pueden generalizar, ya que cada motivo y situación es diferente. Existen teorías que explican este comportamiento desde el impulso natural biológico a tener un encuentro sexual por la atracción normal que sentimos por otras personas; incluso razones sociales que nos conducen a imaginar que se puede tener una mejor vida con la otra persona o la razón puede ser impactar de cierta manera en el entorno en el que nos encontramos. Lo cierto es que el impulso a satisfacer los deseos sexuales sin control amenaza el vínculo construido con la pareja.
Es probable que si no se entabla una relación con bases sólidas desde el principio, las fallas se empiecen a notar en momentos de crisis y tentación. Porque cada persona considera como infidelidad algo diferente y depende de las negociaciones que se hicieron consciente o inconsistentemente desde el inicio: un coqueteo, una cita, una relación sexual, incluso un pensamiento puede ser considerado infidelidad para algunas personas. Lo primordial es determinar cuáles son los límites personales, establecer la suficiente confianza para saber cuáles son los parámetros que podrían quebrantar la relación y saberlos afrontar de la forma más adecuada.
5 Razones
La otra cuestión a tener en cuenta es porqué hay personas que se prestan para ser el tercero en la relación, porque así como existen personas que deciden ser infieles otras aceptan cierto tipo de condiciones con tal de obtener algún beneficio. Así los motivos partan de los impulsos, existen razones que van más allá de la atracción biológica que se pueda sentir por otra persona. Veamos algunas de las razones:
- Para muchas personas es difícil mantener una relación con una sola persona ya que disfruta de la compañía de varias o de diferentes tipos de aspectos que no encuentran reunir en una sola persona. Según varios estudios, la mayor causa de infidelidad se da porque existe una insatisfacción o carencia con la pareja con respecto al tiempo, atención y dedicación de uno hacia el otro.
- Muchos acusan la libido o que la intensidad sexual se ha reducido; que la etapa romántica desaparece. Otros lo hacen porque existe un vacío emocional o un trauma no resuelto, como puede ser un sentimiento de abandono o de rechazo, que exista una condición de inferioridad, confusión o incomprensión con respecto al otro.
- Varias personas buscan probar algo fuera de la monotonía, lo hacen porque quieren venganza con respecto a un mal comportamiento de la pareja y buscan a otra persona para reemplazar a la actual por miedo a la soledad.
- También puede ser porque tienen un principio de realidad incongruente y se generan expectativas sobre la pareja que no puede cumplir o que la persona no ha sido educada desde la infancia y no ha visto un modelo de desarrollo en el que se construyan relaciones de pareja monógamas.
- En los últimos años hemos visto cómo la mujer se ha abierto más con respecto a su sexualidad y en cierta forma ha intentado posicionarse en términos de iguales a los hombres, para quienes socialmente esta conducta es mayormente aceptada. Con el machismo se ha visto que existe cierto grado de permisividad en la conducta infiel del hombre que se ve reforzada en la televisión, películas, encuentros sociales donde incluso se celebra este comportamiento. Aunque no se puede desmentir que poco a poco la mujer también ha empezado a incurrir en esta conducta.
Cuestión de Valores
Es importante tener en cuenta los valores y principios que se construyen con las relaciones. El respeto y el compromiso que se establece con esta persona son fundamentales.
Gran número de personas prefieren hablar sobre la lealtad en vez de infidelidad en términos que la libertad sexual y la atracción hacia otras personas quedan abiertas al criterio de cada persona siempre y cuando permanezca el amor y los valores dentro de la relación. Porque expresan que con el tiempo la monotonía aburre o deciden permanecer juntos por los hijos, pero cada uno lleva una vida independiente. Sin embargo la situación es problemática porque la confianza y la autoestima se pueden romper fácilmente. Cuando hay una traición a la lealtad y exclusividad que se ha acordado al establecer la relación en la que se comparte no solo una sexualidad, sino tiempo y recursos, hay que preguntarse si vale la pena mantener una relación.
La infidelidad puede llegar a generar odio y sufrimiento ya que se rompe la promesa de conservar una vida en pareja. El control de los instintos es posible y necesario, medir las consecuencias de los actos antes de actuar, pensar las implicaciones propias y de las personas involucradas. Además una relación se basa en aspectos que van más allá de la intimidad sexual. Aunque muchas razones sean por cuestiones de carencia, la mayoría de los casos de infidelidad están relacionados con la sexualidad. Valdría la pena poner en tela de juicio la exclusividad sexual como parámetro que desencadena la variabilidad de problemas de pareja.
Para hacerle frente a la situación y superar la infidelidad lo más importante es la comunicación, ya sea para continuar con la relación o para darle fin. De la infidelidad lo que más puede herir a una persona es que rompe con los lazos de confianza que se han construido en años y que difícilmente se pueden volver a recuperar.
Lo fundamental es dejar en claro que es lo que cada persona quiere para su vida personal y para su vida en pareja y negociar los límites de cada uno con respecto a la situación, ya sea que decidan tener una libertad sexual abierta siempre y cuando se respeten los principios de cada uno, si están dispuestos a comprometerse con la exclusividad sexual que pueda garantizar que la relación perdure a lo largo del tiempo o si definitivamente la persona decide ponerle fin a la relación de pareja porque prefiere tener varias relaciones de manera abierta y sin compromisos a largo plazo.
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