Las mujeres pueden ser todas en una: Madre, Esposa, Amante. Arquetipos, Roles y Estereotipos Femeninos.

Las mujeres pueden ser todas en una: Madre, Esposa, Amante. Arquetipos, Roles y Estereotipos Femeninos.

Por: Adelaida Pineda

Cada Ser Humano construye una identidad propia y está en constante búsqueda de ejemplos o referentes culturales a seguir para aprender ciertos comportamientos que necesitamos para relacionarnos con los demás. Sin darnos cuenta, imitamos a quienes admiramos: figuras públicas, artistas, familiares y aprendemos su forma de pensar, actuar y gestos que vamos a interpretar en nuestra vida social y que terminan convirtiéndose en lo que somos.

Estos referentes culturales los denominamos Arquetipos. Definidos como las entidades con las cuales las personas se identifican y toman como modelo de referente social. Todos tenemos una conexión con los arquetipos de manera consciente o inconsciente. En la medida en que los sacamos a la luz, dejan de ser programaciones automáticas y los podemos poner a favor como puntos de referencia a seguir, en vez de ser meras formas de imitación.

Arquetipos Femeninos

Como mujer existen diversos arquetipos con los cuales identificarse. Pero en la mayoría de los casos, unos se ven opuestos a otros socialmente. Si se es empresaria, no se quiere ser madre, si es esposa se cambia de dinámicas sociales y si es trabajadora le parece muy complicado ser Madre o esposa.

Por ejemplo, para una mujer el ser Madre cambia todo el sistema de creencias y actividades en las que se desenvuelve. Pasa de una concepción del erotismo, la conquista y el enamoramiento de la doncella a percepciones como las del nutrir, alimentar, educar de la madre. En general, se asumen roles aprendidos en los que se apropian los comportamientos que se han adquirido a lo largo de la vida, como la forma en que se alimenta al bebe, la manera en que le habla y el simple hecho de cómo debería vestirlo o cargarlo.

Ese rol de Madre que evidentemente no ha sido aprendido por experiencia, saca de lo recibido social y cultural para desempeñar su papel como lo ha visto y puede ser tan fuerte que se apodera completamente de la persona.  Es decir, la Madre se empieza a comportar de la manera en que cree qué es ser una mamá de acuerdo a cómo se ha formado su criterio. Existen casos en los que ese rol está tan marcado que el mismo esposo termina viendo en su pareja a su madre por la forma como se comporta y cambia al actuar bajo ese rol.

Comúnmente el arquetipo femenino de madre tiende a sabotear los demás roles de la mujer porque se piensa que al ser madre se deja de disfrutar de otros aspectos de la vida, causando insatisfacciones personales. Esto pasa porque se genera una confrontación interna entre la dualidad de la mujer erótica, y la madre cuidadora. Además se acentúa con concepciones del mundo de hoy en el que la mujer está inmersa en un contexto laboral, en el cual quiere brillar y en el que deja de ser importante querer ser la madre cuidadora.

En realidad se puede ser madre, esposa y amante al mismo tiempo. Los arquetipos generalmente van acompañados con ciertos ritos de paso sociales como el matrimonio o el nacimiento de un hijo, que marcan el cambio de comportamiento, rol y dinámicas totalmente. En la mayoría de los casos estos cambios se dan de manera inconsciente y se piensa que hacen parte de la identidad, pero en realidad son solo percepciones de cómo las personas deberían comportarse frente a una situación.

Una forma para equilibrar todas las facetas de la vida de una mujer puede ser asumiendo arquetipos alternativos. Mujeres merecedoras de gozo, placer, que tienen una vida integra, no necesitan renunciar a lo que les gusta. Dejar en cierta forma el egoísmo o miedo y apostar a un contexto familiar en el que se puedan vivir los roles libremente. Si una mujer se posiciona de tal manera, se podría evitar terceras personas en las relaciones, bajarían los índices de infidelidad y de divorcio.

Con el cambio de estructuras y paradigmas sociales restrictivos del mundo actual, salta a la vista un empoderamiento femenino. Polos opuestos que deben equilibrarse a través de la conciencia, a través del entendimiento de que las posiciones extremas no nos llevan si no a insatisfacciones. Todos estos comportamientos aprendidos pueden superarse al reflexionar lo que cada persona de verdad quiere para su vida. Si se ve como madre, si quiere disfrutar libremente de su sexualidad, la forma como quiere relacionarse y vivir con su pareja. Cada persona puede decidir qué rol asumir y qué quiere hacer. De esta forma puede asumir diferentes roles, sacarle el tiempo a cada uno, disfrutarlos y aprender a vivir plenamente dando lo mejor de sí.

Estar dispuesto a aprender y no a repetir a Ser Madre, Amante, Pareja sin que un arquetipo se interponga al otro, dándole espacio adecuado a las actividades de cada uno. Tiempo para los hijos, tiempo para la pareja y el erotismo, tiempo para ella misma, para que no se olvide que tiene una vida de la cual disfrutar.

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