La importancia de Dar y Compartir para tu crecimiento interior

La importancia de Dar y Compartir para tu crecimiento interior

Primero responde la siguiente pregunta:

¿Qué es DAR para ti?

Ahora escribe tu respuesta en una hoja. 

Tomate un tiempo antes de volver a leerla, y luego reflexiona sobre lo que escribiste.

Te llena el alma esa respuesta? Actúas conforme a lo que respondiste?

Ahora responde:

¿Por qué DAS tú?

Realiza el mismo ejercicio de escribir y reflexionar.

Te pregunto:

¿Entre tus respuestas escribiste alguna de las siguientes afirmaciones o las pensaste?

-Doy porque hay que dar, eso me lo enseñaron.

-Doy por esperar que me reconozcan algo a cambio.

-Para sentirme bien.

-Por tener mejor imagen ante los demás

-Por el que dirán en mi comunidad si no doy.

-Por educación.

-Por imposición.

-Por sentir culpa.

Quiero contarte que ninguna de las anteriores frases hacen parte del verdadero DAR. Socialmente lo hemos asimilado así, pero el deseo de recibir para sí mismo, para esperar algo a cambio no es DAR. El verdadero acto de DAR y COMPARTIR es aquel que no tiene nada que ver conmigo, donde no estoy pensando en mí, en mi reconocimiento u obediencia de una labor.

El DAR es:

-Sonreír

-Ser amable

-Tratar a los demás con dignidad humana.

-Dar cuando en este momento no puedo.

-Dar cuando no me es cómodo.

-Dar cuando no necesitas que te den las gracias.

-Dar de verdad, sin condicionamientos.

Y este DAR Y COMPARTIR te debe generar esfuerzo y hasta incomodidad, pero hace parte del proceso.

Si todas las personas entendieran que DAR y COMPARTIR genera bendiciones y buena energía, este mundo sería distinto. Sin embargo, hay personas que creen que no tienen nada para dar, como le expresó un estudiante a Karen Berg (escritora y líder)

“¿y si siento que no tengo nada que dar?. Esa es una buena pregunta. La verdad es que siempre tenemos algo que dar, algo que compartir, algo para iluminar el día de alguien con nuestra presencia. Una sonrisa de corazón llega al alma de los demás. Nuestros pequeños actos de bondad pueden parecer insignificantes, pero tienen el poder de renovar la fe de una persona en la humanidad.”

Te invito a vivenciar el verdadero DAR a través de algunas prácticas:

  1. Inscribirte en un programa de Voluntariado, busca una ONG, Fundación u Organización Comunitaria.
  2. Piensa que cuando sirves a otros no estás haciendo un favor,  al contrario las personas te abren la posibilidad de recibir muchas bendiciones.
  3. Sonríele a alguien que vez en la calle y que no conoces por lo menos 1 vez a la semana.
  4. En este momento si alguien te pide ayuda en un momento que normalmente dirías que no, ayúdale! Recuerda que el verdadero dar implica un esfuerzo, así poco a poco integrarás el DAR y COMPARTIR a tu vida con humildad y mucho amor.

Reflexiona si has sentido algún cambio en tu interior con estas prácticas. Es un sentimiento de gratitud por tener la oportunidad de ayudar, de compartir, de entregar, sin condiciones ni expectativas.

CUANDO COMPARTIMOS SIN MIEDO A PERDER ALGO, NOS PREPARAMOS PARA RECIBIR MAS DE LO QUE ESPERAMOS.

YOSEF WAISBERG

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